De la información, a la manipulación.

Mal deben andar estos del PP de Moraleja si todavía tienen que echar mano de la Concha para seguir diciendo barbaridades y confundiendo al personal. Lo último, la noticia relativa al cese del riesgo de incendio y explosión que suponía tener los focos y el material inflamable del parque Emeterio Martín. Esta mujer, sin cortarse un pelo, responsabiliza a los socialistas de que ese depósito de gas no apareciese en ningún inventario municipal, como si en el inventario municipal se pudieran registrar bienes y derechos particulares, como es el caso de esos tanques, ¿o es que, durante su mandato, inventarió los tanques de gas del parque Dulce Chacón?. Pues no. No solo no los ha inventariado... los ha obviado, aceptando en pago el solar sobre el que se encuentran, en una operación tan sospechosa como la propia liquidación de URVIMO, cuyas consecuencias aún están por conocerse.

Pero lo malo de todo esto no es el retorno a las descalificaciones, a las barbaridades y a los sinsentidos, esencia del anterior gobierno municipal y ahora coartada para su falta de lista, sino la santificación que de semejantes disparates pueda hacerse desde los medios de comunicación que, sin el más mínimo reparo, imprimen a las palabras de la anterior alcaldesa un valor absolutamente inconcebible para lo que no son otra cosa que lamentables ocurrencias paridas, eso sí, con un desparpajo farandulero más propio de otros ámbitos que de aquel en que se gestionan los intereses vecinales.

Divisa histriónica del anterior gobierno local, las patadas a la realidad y a la lógica de las cosas, desmerecen, mas si cabe, a quien las propaga, que a quien le cabe el dudoso honor de su autoría. Y es que cuando se traspasa el límite de la verdad en toda su amplitud, se salta de lo editorialmente correcto a la prensa del petardeo; de ajustado a una determinada línea editorial, al más puro panfleto partidista; de la información, a la manipulación, en definitiva.

POR MJR